Bienvenidos y bienvenidas

Estimadas y estimados colegas :



Les escribo estas breves palabras para desearles que estén muy bien, tanto en el trabajo como en sus vidas privadas. He sentido la necesidad de comunicarme con ustedes y manifestarles que para mi siempre es un agrado trabajar con los grupos que se conforman en las acciones que emprendemos como Sociedad Educacional DEPUNET Limitada. Les recomiendo dar un doble clic sobre el icono de DEPUNET y tendrán más información sobre la consultora, como también sobre la foto del Profesor.



Conozco la cantidad de trabajo que tenemos todos en estas tareas educacionales, pero si repartimos las responsabilidades y las actividades el esfuerzo será menor para cada uno de nosotros. Creo que una forma adecuada es ir avanzando paso a paso y verán ustedes que llegaremos a nuestro producto final (un PDEI para cada establecimiento) sin darnos cuenta. Las fechas pueden ser más flexibles y lo importante que el año escolar 2010 y siguientes nos encuentre con un trabajo bien realizado, en función de ofrecer una mejor calidad educativa en nuestros establecimientos educacionales, a nuestros alumnos/as y sus familias. Por eso he prepardo este blog para comunicarles y comunicarnos de manera permanente. Nuesto correo electrónico sigue siendo depunet@gmail.com y es una muy buena opción de comunicación a distancia.

Por todo esto, reciban de mi parte y nuestro equipo un saludo cordial en la esperanza de poder realizar un trabajo educativo interesante para todos.

Bienvenidos y bienvenidas a este esfuerzo de comunicación pedagógica a distancia.



Gabriel de Pujadas H.

viernes, 16 de octubre de 2009

II. SEGUNDO MODULO: Los énfasis pedagógicos y curriculares en una nueva cultura educacional.



“Todas las personas piensan la realidad desde su propia perspectiva, pero todos los hombres, en las distintas épocas, le dan énfasis distintos a esas interpretaciones”


II. 1. Enfasis pedagógicos en el proceso de enseñanza-aprendizaje.

Durante muchos años, en la historia de la educación moderna, los énfasis pedagógicos han sido focalizados en distintos ámbitos del quehacer educativo cotidiano, en los cuales siempre está puesta en cuestión la importancia que los actores educativos tienen en los procesos educativos. Es así como se han dado énfasis de muy distinta manera, que nosotros no quisiéramos presentarlos como formas excluyentes, sino como modos complementarios que están siempre presentes en la acción pedagógica de los educadores y educadoras.



II.1.1. Enseñar

El primer énfasis histórico está puesto en la enseñanza. Lo pedagógico se centra y se evalúa de acuerdo a los resultados, en los alumnos, de la enseñanza del profesor. La calidad de la educación se evalúa por el resultado que la enseñanza del profesor tiene “sobre” los alumnos, que deben aprender aquello que el profesor tiene predeterminado. Si el alumno sabe, es porque sabe lo que el profesor le enseñó. Se hace énfasis en lo cognitivo, en la capacidad del alumno de repetir aquello que supone que el profesor quiere que sepa. Su éxito o fracaso está dado por el espacio que queda entre sus conocimientos y los conocimientos exigidos por la enseñanza del profesor.

II.1.2. Aprender

Un segundo énfasis está dado, como vuelta de la misma moneda, en los procesos de desarrollo de las capacidades de aprender del alumno, desvalorándose en gran medida la importancia de la enseñanza ejercida por el profesor. No importa que el profesor sepa o no sepa aquellos contenidos que enseña, sino lo importante es cómo el alumno desarrolla sus procesos de conocer, de aprender a través de distintos medios. Ya no se hace énfasis sólo en lo cognitivo, pues se supone que el alumno puede desarrollar por si mismo otros aspectos de su crecimiento. El profesor deja de lado su rol de enseñante y pasa a constituirse en un acompañante del desarrollo de sus alumnos. Su función adquiere la característica de facilitadora de los aprendizajes, mas que de enseñante de los mismos.

II.1.3. Aprender a aprender

Un tercer énfasis pedagógico está dado por la toma de conciencia de los procesos de aprendizaje por parte del propio alumno, poniendo el énfasis en la metacognición, es decir, en los procesos de tomar conciencia (darse cuenta) de los procesos que lleva a cabo internamente para producir su propio aprendizaje. Lo importante, en este caso, es que el alumno, independiente de que el foco esté concentrado en la enseñanza o en el aprendizaje, tenga conciencia del “cómo aprendo”, comprendiendo con ello una serie de posibilidades de conocimientos que antes, sin esta metacognición, no eran posibles de vislumbrar y desarrollar.

II.1.4. Aprender a aprender......................... ¿para qué?

En un cuarto momento, el énfasis está puesto no sólo en los aspectos anteriormente señalados (enseñanza, aprendizaje y metacognición), sino además se plantea la pregunta de “para qué educar” y “para que aprender”, lo cual remite necesariamente a las preguntas sobre las finalidades de la educación. En este sentido, lo que se pretende encontrar y comprender no son sólo los elementos o procesos del enseñar y el aprender como sucedía antes, sino que, englobándolos, las preguntas se dirigen al sentido mismo de la educación, como un proceso que afecta los sentidos de la propia existencia humana de los actores involucrados (maestros, alumnos, padres, etc.) La pregunta tiene que ver no solo con el ser de la educación, sino con el deber ser de la misma, inserta en una sociedad que pretende formar un tipo de persona humana en las futuras generaciones de reemplazo de las actuales. De ahí la importancia que en este enfoque vuelve a retomar la Filosofía de la Educación y la Antropología Educacional, como unas de las disciplinas constituyentes de los saberes pedagógicos.

Es por eso que las preguntas sobre él deber ser de la educación nos remiten al tema de las diversidades de culturas pedagógicas existentes en el sistema educacional, ya que es al interior de ellas, como entramados de normas, valores y elementos institucionales, en donde se plantean y resuelven este tipo de interrogantes.

REFLEXION

En cada proceso de enseñanza aprendizaje el profesor o profesora pone distintos énfasis, de acuerdo a sus propias características personales, concepción pedagógica y manejo de técnicas didácticas. ¿Cuáles son sus propios énfasis en la tarea educativa que realiza cotidianamente?

II.2.- Los planteamientos de la Comisión Delors. Su aplicación en Chile.

La educación la comprendemos, para las décadas venideras y tal como lo afirmara la Comisión Internacional sobre la Educación para el Siglo XXI de la UNESCO, dirigida por su destacado presidente, el señor Jacques Delors, como un proceso que debe responder a los horizontes de transformación del mundo venidero. [1]

Ello implica, en términos generales, la transformación de las comunidades de base hacia comunidades mas globalizadas; el cambio de los esquemas de la cohesión, totalitarismos y autoritarismos sociales a la configuración de sociedades con una participación democrática plena; y del crecimiento económico al desarrollo humano, para que con ello la persona humana, eje central de una visión más humana del mundo, tenga la posibilidad de desarrollar todo el potencial humano que trae al nacer.

Mejorar las condiciones de vida en el mundo, son un imperativo ético para todos los educadores. Es un mandato perentorio, frente al cual la pobreza debe ser asumida como nuestro principal campo de trabajo, en acciones e ideas. La Solidaridad se plantea así como uno de los valores centrales del nuevo desarrollo de la educación chilena.[2]
La educación, como actividad humana de aprendizaje, enseñanza y desarrollo, debe construirse sobre pilares que la fundamenten y a la vez la orienten. Entre los fundamentales encontramos cuatro de ellos:

II.2.1. Aprender a ser persona, inserta en el mundo de hoy.

Por una parte, debe responder a la exigencia de que los hombres y las mujeres “sean” personas, plenamente humana, pero que lo sean en torno a su propia identidad personal y cultural. La educación, en este sentido, debe promover y ayudar a que las personas y las comunidades sean parte de un continuo histórico, con sus propias tradiciones, para que tengan la fortaleza suficiente de enfrentar el futuro y los cambios con la tranquilidad que les da una sólida base cultural nacida de sus propios modos de ser. En otras palabras, todo proceso educativo debe tener como primera prioridad la formación de la persona humana con sus características que la especifican con una identidad de ser único e irrepetible, ubicada en su contexto local. El énfasis está dado, por lo tanto, en aprender a Ser.

Es la única forma de que la solidaridad que pretendemos como Escuela adquiera un carácter realmente humano. Ella no debe ser un conjunto de medidas asumidas para lograr la homogeneización de las personas, sino por el contrario, lograr, respetando sus propias identidades, fundar una educación de calidad, pero pertinente para cada ser humano.

Los programas de desarrollo personal y el mismo planteamiento de los Objetivos Fundamentales Transversales nos hablan de esta intención y se está trabajando para que ellos sean una pronta realidad en todos los establecimientos educacionales, como actividades que crucen y fortalezcan el desarrollo del propio SER de cada alumno.

Por ello es que pensamos que cada establecimiento educacional debe hacer serios esfuerzos para que cada alumno desarrolle con fuerza su propia identidad, unida a la identidad comunal que deberemos construir y afianzar, para lo cual deberemos adentrarnos en su historia y su cultura, en sus características actuales y en sus desafíos para el futuro.
REFLEXIONES
Creemos que este primer planteamiento es muy importante para nuestra labor educativa. Enseñar a nuestros alumnos a ser personas plenas, insertas responsablemente en el mundo de hoy, no es una tarea fácil: ¿qué se hace en su escuela, liceo o colegio, para lograr objetivos pedagógicos explícitos sobre esta materia? ¿Existen programas específicos de formación u orientación que se estén llevando a cabo o están incluidos en todas las actividades del establecimiento educacional o más bien son discursos declarativos que no se llevan a cabo y se quedan en las puras palabras?



II.2.2. Aprender a conocer aquello que es necesario conocer.

Por otra, la educación debe ayudar a que los hombres y mujeres de hoy aprendan a conocer lo que es necesario conocer, para lograr un equilibrado y armónico crecimiento de su ser social, familiar, laboral y económico. Hoy, quizá como nunca antes en la historia de la humanidad, el hombre dispone de un cúmulo de informaciones que se hacían impensables hace una década atrás. Por lo mismo, hoy el desafío es lograr “conocimientos pertinentes y significativos” para cada persona, con el fin de que se pueda integrar sana y creativamente a la sociedad en la cual le corresponde vivir.

En la sociedad contemporánea el conocimiento y el manejo de la información se han convertido en imperativos de la vida cotidiana. Por lo mismo, la educación debe buscar las mejores alternativas y estrategias para enseñar la obtención de conocimientos pertinentes por parte de las personas, que les permitan integrarse adecuadamente a la vida social y cultural que les corresponde vivir.

Una educación solidaria, como la que pretendemos, implica redistribución de los conocimientos existentes y que se producen de manera constante en la sociedad. Por eso la creación de vías alternativas de obtención, selección y síntesis de conocimientos útiles para todos los seres humanos es hoy una tarea imperiosa de realizar y por lo mismo nos encontramos empeñados en que las personas tengan un más libre acceso a esas fuentes de conocimientos y puedan utilizarlos adecuadamente, de acuerdo a sus necesidades y aspiraciones.

Por la misma razón pensamos que la Escuela debe progresar paulatinamente en proveer a sus establecimientos educacionales de buenas bibliotecas y conexiones a las redes de computación existentes, ya sea en un nivel nacional o internacional, ya que ellas proveerán de las informaciones que nuestros alumnos necesitan para una adecuada inserción en el mundo contemporáneo. Sin perder su propia identidad, cada comuna debe crear las condiciones para que sus alumnos accedan al conocimiento universal actualizado. Lo importante, por lo mismo es que todos los alumnos del establecimiento aprendan a conocer.

REFLEXION
Una gran cantidad de información no necesariamente implica mayor conocimiento. Muy por el contrario, puede ser un obstáculo para un buen conocimiento. Lo importante es saber qué se quiere conocer, para buscar la información adecuada a esa necesidad. Esto implica desarrollar nuestra capacidad de síntesis.


II.2.3. Aprender a convivir con los otros, para lograr nuestro mutuo desarrollo.

Del mismo modo, la educación debe posibilitar que la persona humana “aprenda a convivir con los otros”, es decir, desarrolle sus capacidades y habilidades sociales y de interacción personal, que la conviertan en un ser equilibrado en su proceso de inserción en la realidad social, laboral y familiar.

Es quizá en este campo donde la idea de la solidaridad educativa se nos presenta con gran fuerza. La sociedad necesita, mientras existan los pobres, de una fuerte dosis de solidaridad, es decir, de amor social, de amor hacia los otros. Por eso concebimos a la persona humana no como un individuo que puede vivir de manera aislada. Muy por el contrario, la persona es en y para los otros y su crecimiento depende de la capacidad de ejercer su libertad y convivir sanamente en su medio social, ya sea en el mundo de la familia, las amistades o el mundo laboral.

Debemos hacer de la solidaridad en el campo educacional no solo un conjunto de predicados conceptuales, sino obras concretas, acciones cotidianas, de servicio a los más pobres. Es por eso que algunas Municipalidades, han realizado importantes inversiones en lograr con sus programas y su institucionalidad un mejor servicio a la población en edad escolar, acentuando no sólo la calidad del servicio impartido, sino la equidad del mismo, que es una forma directa de tener un comportamiento solidario con los mas desposeídos.

Es preciso ahondar en este punto con nuestros alumnos, intentando que en los diferentes planes y proyectos que se desarrollen en las Municipalidades o en sus establecimientos educacionales, se acentúe el valor de la solidaridad mediante acciones pedagógicas programadas para una ejecución de pertinencia educativa. El énfasis está dado, en este caso, en el aprender a convivir.

REFLEXION
Una de las capacidades más difíciles de desarrollar es saber “tratar con los otros”, ser empático, es decir, saber escuchar, relacionarse, comunicarse con los semejantes. Eso no lo aprendemos con facilidad, en especial, el saber escuchar sin interpretar lo que el otro me trata de comunicar. Ponerse en el lugar del otro es requisito indispensable para aprender a convivir bien con los mismos. ¿Cuánto de esto hace usted en su vida cotidiana?


II.2.4. Aprender a Hacer, como un medio de integrarnos a la vida laboral.

La educación contemporánea implica asumir una capacidad mayor de relacionar a la persona humana con el mundo del trabajo, especialmente en el desarrollo de su capacidad de diseño y de trabajo con sus propias manos.

La Comisión Delors, ya antes mencionada, al igual que nosotros desde los años 90, afirmamos la indisoluble relación entre una educación de calidad y su orientación hacia el mundo de la vida cotidiana, especialmente hacia la vida del trabajo. Ello implica concebir la educación como un proceso de adecuación permanente entre la capacidad de hacer y la capacidad de diseño, como un continuo que sigue la línea del desarrollo del pensamiento humano, como ya lo planteara hace tantos siglos Aristóteles.

Partiendo de la materia que se opone a mis manos, comprendo la infinita y limitada realidad del tiempo y el espacio, dos elementos claves para una sana comprensión y manejo de la realidad, para desde ahí caminar hacia formas superiores del conocimiento y rediseño “realista” de la realidad. El cuerpo y su valoración pedagógica adquiere, desde esta perspectiva, un real significado educativo, ya que nos conecta permanentemente con la realidad y su devenir.

Por eso queremos introducir (a través de la posibilidad que nos abre el Decreto 40), la educación tecnológica como parte integrante del curriculum escolar, a partir del primer año básico, como una forma de hacer prácticos estos postulados. Sabemos bien que todos los alumnos, especialmente los provenientes de los sectores sociales más pobres, necesitan competencias de trabajo que les permitan integrarse a una vida laboral con el fin de asumir obligaciones muchas veces no esperadas ni deseadas.

Por lo mismo, nuestro planteamiento curricular se concibe a partir de las realidades de los niños y jóvenes y sus familias que necesitan de una conexión mas temprana con el mundo del trabajo, lo cual no significa que pensemos que ello es lo adecuado o más pertinente en términos sociales y de desarrollo personal. Sólo podemos afirmar, eso sí, que todo hombre o mujer que pase por el sistema educativo nacional debería aprender las claves básicas del mundo del trabajo y la tecnología moderna, conociéndolo de forma intelectual y a la vez, vivenciándolo experiencialmente.

Por eso nuestro interés que se desarrolle esta cuarta orientación de aprender haciendo y aprender a hacer.[3]

REFLEXION
En la época contemporánea, el trabajo ha llegado a ser casi una dimensión consustancial a la persona humana. Por ello es indispensable que la educación se oriente hacia una pedagogía del hacer, además de los esfuerzos tradicionales que se hacen en lectura, escritura y cálculo. Con esto, cada alumno adquirirá un oficio, una competencia, destreza o habilidad que le permita además de integrarse a la vida laboral, desempeñarse operativamente en la vida cotidiana.


II.3. Los desafíos pedagógicos y metodológicos de una nueva cultura educacional y sus focalizaciones.

Es posible observar enfoques culturales y pedagógicos diversos al interior del sistema educacional, que han sido enfatizados de muy distinta manera por los educadores y por el sistema escolar en su conjunto, creando elementos culturales dominantes que hacen posible identificar otros predominantes en las distintas etapas históricas del desarrollo de los sistemas educativos.

II.3.1. La Cultura Lecto Escritora

Por una parte, nos encontramos con una cultura escolar caracterizada por el énfasis en los aspectos lecto-escritores de la enseñanza.- Lo importante es dar educación básica mínima a todos los alumnos, para que se integren a una sociedad que se maneja básicamente por los mensajes dados por el lenguaje escrito. La lectura y la escritura son considerados como los dos medios más importantes de comunicación, crecimiento e inserción del ser humano en la vida social y cultural.

La sociedad moderna es caracterizada moviéndose y cambiando con estos parámetros de comunicación, dominados por la palabra, los cuales serían indispensables para que las nuevas generaciones se integren a esa sociedad.

II.3.2 La Cultura de los medios audio-visuales

Por otra parte, algunos piensan que el sistema educacional se debería caracterizar por la introducción masiva de medios audio-visuales en su quehacer pedagógico, como las herramientas básicas mas adecuadas de todo nuevo aprendizaje. La cultura audiovisual, que trabaja especialmente con imágenes debería primar por sobre cualquier otra, en la medida que el avance tecnológico expone a las nuevas generaciones a una influencia permanente de estos medios sobre sus aprendizajes. La enseñanza debe, por lo mismo, adoptar este tipo de herramientas pedagógicas de uso de la imagen, como las mas acertadas para una sana inserción del niño a las nuevas condiciones de vida de la sociedad moderna.

II.3.3. La Cultura Informática y Computacional

En la medida que se producen nuevos medios tecnológicos, ya no solo de manejo de la imagen y el sonido, como sería la característica básica de la cultura audiovisual, sino que se introducen nuevos medios computacionales de manejo de la información, se hace necesario para otros, con el fin de modernizar el sistema escolar, introducir la cultura computacional en los sistemas y procesos de enseñanza y aprendizaje. El mundo ya no se maneja solo con la palabra, la imagen o el sonido sino que es necesario adicionar un nuevo elemento como lo es la configuración de realidades informáticas y virtuales dadas por el avance de los medios computacionales.

La realidad es inmensa en el mundo de la cultura de la computación, para que los alumnos se puedan mover (sin límites, salvo su capacidad imaginativa y de combinación), en estas realidades que pueden ser formadas desde el diseño de nuevas estructuras formales de pensamiento. Se cree que introduciendo esta nueva potencialidad de información el mundo es comprendido mas cabalmente por las nuevas generaciones.

A las palabras e imágenes de la lectura, la escritura, el video, la televisión, el cine y otros medios, se le agrega un cúmulo de informaciones diversas nunca antes disponibles en la cantidad y calidad que jamás antes un hombre en la Historia se podría haber imaginado.
II.3.4. La Cultura del Hacer

No obstante ello, el sistema educacional se mantiene en los parámetros del desarrollo intelectual del alumno. Por decirlo de alguna manera, los alumnos siguen formándose en la clásica visión dicotómica cartesiana del cuerpo, por una parte, y el intelecto y el espíritu, por otra. Se forma a partir de la cabeza, para desembocar en la cabeza. La emocionalidad y la corporeidad no son concebidas aún como necesarias, en la práctica cotidiana, para una mejor educación de las nuevas generaciones. Falta, por lo mismo, introducir una cultura del hacer, es decir, que el alumno experimente a partir de su propio cuerpo la resistencia que le oponen los materiales de la naturaleza a los cuales debe transformar.

Ellos guardan en sí mismos las categorías propias del sentido de la realidad: el tiempo y el espacio. Si el niño o la niña trabaja con sus manos, “haciendo” las cosas, con sus propias manos, por decirlo de alguna manera, tendrán noción clara del tiempo y el espacio, es decir, de la realidad que los circunda.

El tiempo y el espacio, como las dos categorías básicas que hay que aprender para tener “sentido de realidad” se aprenden de mejor manera “haciendo”, transformando la materia, conformando y creando nuevas realidades a partir del material duro. Solo de este modo, la natural capacidad de imaginación y juego que todo niño tiene y que debemos preservar, se convertirán cuando ellos sean adultos, en capacidad creativa e innovadora, no a partir de la sola imaginación, sino de la realidad misma. Sólo una imaginación conectada a la realidad es una imaginación productiva. Aun en el caso del artista, el cual, para ser tal, debe poder cristalizar en realidades particulares y concretas sus ideas, pensamientos o imágenes de concepción universal.

La cultura del hacer, también propuesta por la Comisión Delors, es un elemento básico de la modernización de la educación, si es que queremos que ella sirva efectivamente al desarrollo de la sociedad chilena y sus nuevos desafíos, especialmente aquellos que dicen relación con la capacidad exportadora que el país debe desarrollar (el valor agregado no es sino agregar a las nuevas generaciones una mayor capacidad de diseño).

REFLEXION
Cada esfuerzo pedagógico se debe realizar considerando la cultura que “envuelve”, por decirlo de alguna manera, a nuestra escuela o liceo, ya que en ella están muchos de los elementos esenciales que es necesario considerar en la elaboración de un curriculum y en la definición de la acción pedagógica que queremos llevar a cabo.


II. 4. Las grandes tareas de la Reforma Educación en Chile, en el contexto de la descentralización educativa (una mirada histórica).

Las grandes tareas de la Reforma Educativa impulsada se enmarcan en cuatro hitos fundamentales que nos parece necesario dar a conocer por el impacto que ellos tendrán en el quehacer cotidiano del profesor en el aula y en el establecimiento educacional. De acuerdo a la información oficial y pública emanada del propio Ministerio de Educación estos hitos son los siguientes:

II. 4. 1. Programas de Mejoramiento e Innovación Pedagógica

A través de una serie de programas de mejoramiento de la calidad y equidad de la educación se busca mejorar las técnicas pedagógicas, además de los materiales y medios necesarios para su implementación. Estos programas no se restringen a un conjunto de inversiones en medios de apoyo a la educación, sino que fundamentalmente han implantado importantes y significativas innovaciones en las cuales se desarrollan los aprendizajes escolares, como también en el quehacer de profesores.
En el marco de esta estrategia se han inscrito programas que mencionamos a modo de ejemplo:

Programa MECE Media: Actúa sobre los procesos educativos existentes en todos los establecimientos subvencionados, interviniendo en las prácticas de los profesores y directivos docentes, así como busca potencial la participación de los estudiantes. A su vez, dota a los establecimientos de material didáctico, crea o complementa bibliotecas, entrega textos escolares y financia proyectos innovadores generados por las propias comunidades escolares.

Programa de las novecientas escuelas (P-900): Destinado al 10% de las escuelas con menor rendimiento escolar y altos índices de vulnerabilidad social, otorgándoles un refuerzo integral en materias como alimentación, supervisión técnica especializada, materiales didácticos y pedagógicos e infraestructura adecuada para un normal y eficiente desarrollo escolar.

Red Enlaces: Permite ingresar la tecnología en la educación a través de modernos sistemas computacionales interconectados entre ellos y con el resto del mundo, formando una comunidad educativa nacional, independiente del lugar geográfico en el que se encuentren. Al año 2000 la totalidad de los liceos y el 50% de las escuelas - lo que equivale a más de 5.000 establecimientos- estarán incorporados a este programa.

MECE Rural: Tiene como propósito mejorar las condiciones de aprendizaje de los niños y niñas de sectores rurales, como también los conocimientos y las prácticas de profesores que enfrentan el ejercicio de la docencia a más de un nivel escolar a la vez, en condiciones de aislamiento y pobreza. Para este fin se hace entrega e materiales didácticos y alimentación.

Otros programas que se han puesto en marcha en estos últimos años, no han tenido una evaluación de resultados ni evaluaciones de impacto que permitan mostrarlos como programas exitosos


II. 4. 2. Jornada Escolar Completa

Para que la Reforma tuviese los alcances proyectados, fue necesario producir un incremento en el tiempo disponible para las acciones educativas. De esta manera se aumentó el horario escolar de 30 a 38 horas semanales para la enseñanza básica y de 36 a 42 horas para los de media. Este aumento responde a una necesidad pedagógica para la implementación de los nuevos planes y programas como también para el desarrollo de proyectos de innovación.

Con esta extensión de jornada se persiguió situar a la educación chilena en una posición comparable a la de los países desarrollados.

Este aumento de horas se traduce en una serie de beneficios entre los que destacan:
Mayor tiempo de aprendizaje para los alumnos
Mayor tiempo para actividades extraescolares.
Reforzamiento para los alumnos que lo necesiten.
Talleres para que profesores reflexionen en conjunto sobre las prácticas docentes que facilitan el desarrollo de innovaciones pedagógicas.
Disponibilidad mayor para conversar con apoderados y alumnos.
Tiempo necesario para la utilización de bibliotecas, materiales didácticos, computadoras y otros elementos.

Más de 3.400 establecimientos se incorporaron a la Jornada Escolar Completa. Los recursos que proveyo la ley para estos efectos, permitió iniciar las reparaciones y construcción de infraestructura para que otras escuelas y liceos entren en esta modalidad.

II. 4. 3. Desarrollo profesional de los docentes

Las profesoras y profesores que trabajan en los liceos y escuelas del país constituyen el pilar fundamental de la Reforma Educacional, impulsan la renovación pedagógica y la aplicación del nuevo currículum. En este contexto, se han diseñado una serie de acciones y proyectos para atender las necesidades de perfeccionamiento de los educadores.

El profesorado cuenta con apoyo de manuales y publicaciones profesionales relacionadas con los programas de Mejoramiento de la Calidad e Innovación educativa, así como también con materiales didácticos y acceso creciente a la informática.

Existe un mejoramiento real y sostenido de las remuneraciones, alcanzado mediante acuerdos especiales entre el Ministerio y el Colegio de Profesores.

En 1996 se inició un programa de Pasantías que permitió que 588 profesores se perfeccionaran en el extranjero en diversas materias y en el mejoramiento de funciones directivas o docentes. En el '97 cerca de 800 docentes son los beneficiados no sólo con la modalidad de Pasantías, sino que además con diplomados, los cuales contemplan mayor tiempo de permanencia en el extranjero. Por primera vez en 1997 se otorgó el Premio a la Excelencia Docente, como reconocimiento a la tarea de los educadores más destacados del país. Estos programas tampoco han sido evaluados en términos de resultados y de impacto en la calidad de la educación al interior del sistema educacional.

Con el fin de elevar la calidad de la formación inicial docente, se puso en marcha el programa de Mejoramiento de las Facultades de Educación.

Se inició la entrega de alrededor de 300 becas para jóvenes meritorios y con vocación pedagógica que deseen ingresar a carreras de pedagogías.

El Sistema Nacional de Evaluación del Desempeño (SNED) premia con una suma de dinero trimestral a cada profesor que pertenezca a une establecimiento elegido por su excelencia docente.

II. 4. 4. Cambio curricular


En todo sistema educativo definir Qué se va a enseñar y Para Qué es muy importante. Desde 1996, Chile viene redefiniendo el currículum educativo para toda la enseñanza básica y media en término de objetivos y contenidos mínimos obligatorios. Esto se traduce en que el Ministerio de Educación entrega a los establecimientos educacionales los contenidos mínimos que debe enseñar. Estos contenidos mínimos han sido cuidadosamente seleccionados en función de la pertinencia y relevancia en los programas de enseñanza y aprendizaje, de los recientes avances en pedagogía, de las nuevas exigencias que vive el país y de la necesidad de que los estudiantes puedan tener una real opción al enfrentar su futuro.

De manera paralela los establecimientos educacionales podrán desarrollar - respetando los contenidos mínimos obligatorios- sus propios planes y programas en función de sus proyectos educativos. Esto quiere decir que el detalle de lo que deberán estudiar los escolares de todo el país no lo determinará sólo el Ministerio, sino que podrán establecerlo las propias comunidades escolares considerando sus condiciones y características particulares.

Esta nueva propuesta contiene por primera vez objetivos transversales que atraviesan todas las disciplinas. Ellos se refieren al desarrollo personal, moral, cívico, ético e intelectual de los alumnos.

En la educación técnico-profesional se cambia el énfasis de sólo obtener puestos de trabajo, a capacidades para aprender en forma permanente, juzgar, adaptarse y desarrollar un criterio de selección.

Hasta aquí lo expuesto oficialmente por el Ministerio de Educación. No obstante lo anterior, es preciso agregar algunas aclaraciones sobre estas transformaciones curriculares que se han llevado a cabo en el sistema escolar, pues ellas se inscriben en el contexto de la descentralización educativa del sistema. Es decir, se intenta superar la homogeneidad curricular reinante, con planes y programas de estudio válidos para todo el país, pese a la diversidad del mismo, a las distintas características de sus regiones provincias y comunas.

Se trata de buscar una vía para hacer del curriculum que maneja cada establecimiento educacional o cada comuna, un curriculum pertinente, es decir, un curriculum adecuado a las necesidades y expectativas de desarrollo y aprendizaje de los alumnos y sus familias.

II.4.5.- Aportes del Decreto 40 (una mirada histórica).

Por ello se pone en marcha el Decreto 40, que fija los Objetivos Fundamentales y Contenidos Mínimos Obligatorios para la Educación Básica de todo el país, que deja un amplio margen de flexibilidad para que cada establecimiento educacional o conjunto de ellos (por comunas, por ejemplo), pueda elaborar sus propios objetivos y contenidos curriculares, más acordes con el diagnóstico que hagan sobre la realidad del propio establecimiento y su comunidad, si así lo desean.

En caso contrario, pueden adherirse a los planes y programas que progresivamente el Ministerio de Educación pondrá a disposición de todo el país.

El Decreto 40 antes mencionado hace aportes importantes que deben ser destacados, además de aquel que tiene relación con su flexibilidad:

1.- Efectivamente introduce las condicionantes para que cada establecimiento educacional tenga mayores márgenes de flexibilidad, importantes en un diseño curricular pertinente para cada uno de ellos los pueda elaborar por sí mismo. Los porcentajes de disponibilidad curricular son notables y dependerá de los equipos de docentes y sus autoridades que esta tarea se realice o no, para asumir con mayor profesionalismo la tarea pedagógica cotidiana.
2.- Introduce la noción de Objetivos Fundamentales Transversales, que tienen un carácter comprensivo y general, explícito y evaluable, orientado al desarrollo personal y a la conducta moral y social de los alumnos. Estos deben lograrse mediante diversas actividades educativas realizadas durante todo el nivel básico, no necesariamente ligadas a las asignaturas, pero no excluyentes de las mismas.
Lo importante es que ellos permiten realizar actividades formativas independientemente de las formas pedagógicas tradicionales que se emplean en las escuelas de nuestro país, en las cuales el profesor (a) puede asumir un rol profesional mas protagónico, creativo y no frustrante.
3.- Los Objetivos Fundamentales Transversales no son temas, sino que se guían por una estructura de la persona humana (dimensión etica-trascendente, dimensión de crecimiento y autoafirmación personal, y dimensión relacional de la persona con otros y su entorno), que debe ser llenada de contenidos y actividades por cada establecimiento educacional, en una labor de trabajo en equipo, consultados los padres y apoderados. El desarrollo pleno de la persona humana es el centro del quehacer educativo, como también los aprendizajes necesarios para alcanzar paulatinamente esta plenitud.
4.- Introduce la Tecnología o Educación Tecnológica a partir de primer año básico, siguiendo las enseñanzas de las experiencias positivas que se han tenido en el Ministerio de Educación, el cual bajo la dirección y ejecución del Centro de Perfeccionamiento, Experimentación e Investigaciones Pedagógicas (CPEIP) en 1991 ponen en marcha el programa “Iniciación a la Vida del Trabajo y Creatividad” (Aulas Tecnológicas). Este programa mostró la posibilidad curricular efectiva de combinar el trabajo intelectual y tecnológico, el trabajo manual y la capacidad de diseño, como bases para un nuevo curriculum mas centrado en una concepción integral de la formación humana, introduciendo “el hacer” como categoría básica del proceso de aprendizaje.
5.- Introduce la Orientación a partir del 5º año Básico, como una necesidad imperiosa de comenzar este mismo trabajo de formación personal (dado por los Objetivos Fundamentales Transversales), en los primeros años de crecimiento y desarrollo de los alumnos, con el fin de apoyarlo en su desarrollo integral y diagnosticar sus inclinaciones vocacionales.
6.- No aparece un segundo idioma específico obligatorio, sino cada establecimiento debe elegir el idioma extranjero a partir del 5º año básico, de acuerdo a sus necesidades y aspiraciones.
Con esto se está respetando la idiosincracia y cultura de cada comunidad educacional, la cual puede elegir libremente el segundo idioma que quiere enseñar a sus alumnos.
7.- Supone una permanente consulta con padres y apoderados, para diseñar un curriculum pertinente (significativo) a las necesidades y aspiraciones de las familias, especialmente en lo que dice relación con los transversales. Estos pueden ocupar gran parte de la flexibilidad curricular que se le está dejando a todos los establecimientos educacionales y por lo mismo es muy importante las consultas que se hagan a las familias de los alumnos, ya que ellas deben expresar las necesidades y aspiraciones educativas que como núcleo social básico tienen en relación a sus hijos.

REFLEXION

La Educación Básica, orientada por el Decreto 40, es un espacio de flexibilidad curricular y pedagógica que los profesores y profesoras tenemos a nuestra disposición para hacer efectivo el viejo sueño de ser autónomos en nuestra sala de clases y en la escuela, para desempeñarnos con responsabilidad y seriedad profesional. Ya no existen los planes y programas de estudios únicos y generales para todas las escuelas del país, sino que se abren espacios importantes y significativos para considerar el entorno social, cultural y económico que rodea al establecimiento educacional. ¿Se aprovecha ese espacio en su escuela? ¿Lo aprovecha o intenta aprovechar usted mismo (a) en su tarea pedagógica cotidiana, independientemente de las condiciones laborales?


Todos estos ejemplos de iniciativas y acciones educativas, que nos hablan de una historia muy reciente en el sistema educacional, nos sirven para reflexionar cómo los cambios que se llevan a cabo con tanto entusiasmo y esfuerzo, pasan, al corto tiempo, a ser parte de la historia educacional, con una rapidez que hoy nos asombra. De ahí la importancia de calibrar en su debida dimensión el cómo los cambios impactan efectivamente en la calidad de la educación, dejando siempre la idea de que ella radica basicamente en la calidad de la enseñanza entregada por los profesores/as que tienen a su cargo directamente la acción pedagógica y que en una acción conjunta con los equipos de trabajo de los centros educativos, pueden lograr la calidad que todos esperamos para nuestra educación.
[1] Delors, Jacques, “La educación encierra un tesoro”, Informe a la UNESCO de la Comisión Internacional sobre la educación para el siglo XXI, Editorial Santillana-UNESCO, Madrid, España, 1996.
[2] Instituto Chileno de Estudios Humanístico (ICHEH), con el patrocinio del Fondo de Desarrollo de la Cultura y las Artes, del Ministerio de Educación de Chile, “Cultura de la Solidaridad: Realidad y Utopía”
[3] Sobre el tema de la "pedagogía para el hacer" ver en de Pujadas, Gabriel “Educación: desafíos de hoy y mañana”, en donde se plantea esta relación de tanta importancia para la educación del futuro.


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TEXTOS DE APORTE REFLEXIVO



Los cambios del hombre: Polvo al polvo y agua al agua, del Dr. Dino G. Salinas

Oct. 16 , 2009 (Diario La Tercera)

Además de interesante, concebir el futuro de la especie humana nos obliga a dirigir nuestra atención a las fuerzas del cambio. Aunque no podamos intervenir para controlar dichos cambios, la comprensión de tales fuerzas genera aceptación y consuelo por lo inevitable. Distingo tres escalas temporales de este cambio permanente. De menor a mayor escala: la vida del hombre, la evolución de la civilización y la evolución biológica.

La vida del hombre, para algunos, comienza con la fecundación. A partir de entonces hay un avance sostenido hacia la cúspide del desarrollo. Después sobreviene el envejecimiento, el que también es un proceso determinado genéticamente, culminando con la muerte.

La concepción programada del envejecimiento, como una partitura cuya interpretación es una secuencia de etapas metabólicas degenerativas que nos llevan finalmente a la muerte, se desarrolló en las últimas décadas. Se ha estudiado el caso de unos tomates que nunca maduraban, a pesar de estar en su mata, descubriéndose que se habían imposibilitado cambios genéticos que eran responsables de la maduración o envejecimiento del fruto. A partir de estudios de este tipo se ha avanzado mucho y se acepta la idea de que el envejecimiento se debe en parte a señales moleculares debidas a la expresión génica, operando como un reloj que comanda un proceso continuo de autodestrucción, con un inicio sutil. Esta visión es compatible con la que establece que el envejecimiento se ve favorecido con los cambios ambientales, como la falta de antioxidantes y un exceso de ingesta calórica, ambos productos de una mala alimentación.

Estamos tan bien adaptados que, en condiciones normales, la posibilidad de una muerte en la ancianidad no suele deprimirnos de jóvenes, permitiendo que cumplamos con nuestras labores diarias, persiguiendo con entusiasmo objetivos que aseguren un futuro esplendoroso. Sin embargo, a veces es importante ser conscientes de nuestra finitud mundana, aunque sólo sea para cumplir con algunos de los proyectos más apremiantes.

Las unidades de medición que usamos a diario son tan pequeñas comparadas con una vida humana que resultan poco útiles para concebir nuestra propia mortalidad. Hablamos de horas, días y años. Considerando que para el año 2020, se estima una esperanza de vida al nacer de 80 años, habría que emplear unidades más grandes y que hayan sido vivenciadas por el mismo mortal, para que se perciban como realizables.

Hace años descubrí que a un adolescente se le puede hablar en unidades de mundiales de fútbol para impresionarlo y hacer que aproveche su tiempo. Si cursa primero medio y está atento por esos días a un mundial, con naturalidad se le dice que para el próximo mundial él debería estar ya en la universidad. La universidad está lejana en su mente, pero el próximo mundial es tan inminente como lo era el de ahora hace unos años. “Si los mundiales pasan tan rápido, la universidad llegará de la misma forma”, pensará. Da resultado, créanme. La cronoconsciencia se nota en su semblante.

Para hablar del tiempo que nos separa de la muerte tengo una unidad mucho más macabra: “La vida de un perro”. La mayoría hemos criado a un perro durante todo su ciclo de vida. Tendemos a considerar su vida muy corta en relación a la nuestra, aunque no lo suficientemente corta como para considerar a la sucesión de nuestras mascotas como granos de un reloj de arena. Decirle a un adulto joven que, cuando mucho, le quedan sólo el equivalente a dos o tres vidas de un perro, hará que piense más seriamente en su plan de jubilación, eso si no quiere ir más allá con su imaginación. ¿Cuántos perros alcanzaré a criar en sucesión hasta el día fatal? Obvio, depende del perro, pero el resultado está ineludiblemente acotado.

A menudo estos temas se ignoran y se refuerzan con una visión homocéntrica del mundo, todo sea para concretar ese anhelo de privilegio y eternidad. La verdad, como humanos, quisiéramos singularidad frente a cualquier otra especie animal o forma de vida, e incluso los elementos que nos constituyen. Esto origina algunas falacias, a las que denomino falacias homocéntricas.

Falacia homocéntrica 1: Polvo eres y en polvo serás tornado.

Nuestro homocentrismo tiene rasgos puramente narcisistas. Basados en la termodinámica, sabemos que somos sistemas disipativos en los que, al final, el gasto energético que nos aleja del desorden perderá la batalla, quedando nosotros dispersos, distribuidos según 30 % de cenizas y 70 % de agua; efecto a corto plazo comparado con otros de escala cósmica en los que ni siquiera tendría sentido decir agua. Sin embargo, deseamos que se nos recuerde según el porcentaje menor de cenizas, ignorando al agua, tal vez porque la consideramos demasiado simple y disponible. Desechamos el 70 % de nuestra masa y atesoramos en un ánfora el 30 % restante. Qué poético sería si, al momento de esparcir nuestras cenizas, nuestros amigos bebieran un vaso de nuestra agua. “Polvo al polvo y agua al agua… Salud!!” Así debería decirse en ese instante, mientras que las cenizas se esparzan al viento.

Falacia homocéntrica 2: Los gametos tienen como propósito nuestra reproducción.

La biología no reconoce intensiones aun cuando sí encuentra funciones. Los procesos no ocurren “para”, sino “porque”. Bien podemos considerarnos a nosotros mismos como gametos de nuestros gametos. Es decir, óvulos y espermios se reproducen “valiéndose” de nosotros, de nuestras vidas con todas nuestras experiencias, penas, alegrías e ilusiones. Desde esa perspectiva, somos parte de un ciclo reproductivo que favorece a células germinales manipuladoras.

La segunda escala temporal, incluye la evolución cultural de la información, (“memética”) y la evolución tecnológica, considerando la relación hombre-máquina. Abarca, como máximo, el fin de las civilizaciones, con todo el desencaje tecnológico que impediría que una civilización posterior interprete los datos de una civilización anterior. Lo resumo en este cuento (“La ciudad perdida”, enviado infructuosamente en una ocasión al concurso Santiago en 100 Palabras ):

“Los arqueólogos dijeron que se trata de una ciudad enterrada. Por la enorme cantidad de vehículos, acostumbraban vivir lejos de su lugar de trabajo. Confirmaron la existencia de maestros místicos que vivían de lo que encontraban en la basura. También se hallaron unos discos… No hay forma de leerlos. Lo único que sabemos de su cultura son algunas portadas de diarios de “farándula”. En la zona al oriente de la estatua de un general y su caballo, junto a algunos esqueletos, yacían bolsitas de silicona… parece que eran objetos de culto con los que enterraban a sus muertos…”

Suponer que una civilización en su máximo esplendor implica la superioridad sobre las demás especies es otra falacia homocéntrica, ahora correspondiente a esta segunda escala temporal.

Falacia homocéntrica 3: Somos la especie más exitosa.

Es cierto que somos la especie mejor adaptada. Podemos estar en ambientes extremos y eso es fruto de la tecnología que nos provee de refugio, trajes presurizados y control térmico. Sin embargo, si consideramos a la especie más exitosa como aquella que logra una reproducción más numerosa, ya hay quienes han sugerido que el trigo es más exitoso que el hombre, por cuanto nos utiliza, valiéndose de toda una civilización nuestra abocada a su cultivo. La humanidad completa es sostenedora del grano de trigo.

El tercer nivel de escala temporal de cambio del hombre, la evolución biológica futura, no la discutiré aquí. Se ha determinado que la evolución del hombre, en los últimos diez mil años, ha sido hasta 100 veces más rápida que en todo el resto del período de existencia de la especie. Después de ver las evidencias, opino que esta evolución tardía está plagada de anecdotillas de cambios genéticos ocasionados por cambios en hábitos alimentarios, condiciones de vida o hitos epidemiológicos, pero que, para que dicho enfoque tenga relevancia, ha de centrarse en la evolución de la inteligencia y la consciencia. Ambos conceptos no están lo suficientemente bien definido.

La inteligencia, además de mal definida y mal estimada cuantitativamente, es dependiente de tal cantidad de genes y factores ambientales conjugados que creo que es crucial establecer previamente estos aspectos, como una forma de cimentar el estudio de la deriva evolutiva actual del hombre (para asistir a un descuartizamiento del concepto de “coeficiente intelectual”, leer al biólogo Stephen Jay Gould, en su libro “La falsa medida del hombre”).

Afortunadamente, la concepción espiritual del ser humano requiere que consideramos que el todo es más que la suma de las partes. Pueden elegir estar o no de acuerdo conmigo en un pensamiento ocioso típico: “¿Si cada átomo de mi cuerpo lo cambiasen por otro equivalente, tomado del ambiente? Seguiría siendo yo...!! Por lo tanto, sólo soy una representación geométrica interna... y mi esencia es la topología...!! ” A partir de esa topología, algunos podrán constatar sus creencias.

Sin embargo, esta concepción todavía es pobre e incompleta. Rememorando una idea de Richard Feynman (el Maestro, Nobel de física que inspira aún a generaciones…): Si imaginamos al mundo como parecido a una gran partida de ajedrez que juegan los dioses, al cabo de un tiempo, observando, podemos entender las reglas del ajedrez, pero es difícil entender el por qué de cada movimiento. Así, debido a nuestra limitada mente, podemos considerar tan sólo a lo primero, lo más básico, como la comprensión de la naturaleza, lo segundo permanecerá como un misterio.

Por lo mismo, espero que se entienda cómo es que el sentido de lo trascendente no se afecta por el propio desparpajo en el reconocimiento de las falacias homocéntricas anteriores. Ciencia y espiritualidad son absolutamente compatibles. Sobretodo porque para amar no es necesario comprenderlo todo.

Voy más allá: No hay amor más fuerte que el de quien es capaz de dar su vida por el prójimo, aún sin saber si hay vida eterna.